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Desde su fundación la ciudad de Buenos Aires había tenido problemas para que los grandes barcos pudieran descargar lo que transportaban en sus orillas. La escasa profundidad del río hacía que los navíos no pudieran acercarse demasiado a la costa, debiendo permanecer lejos de ella y descargar sus pasajeros y mercaderías en grandes carretones o en lanchas.
En 1882 el gobierno nacional contrató al comerciante Eduardo Madero para que se encargara de la construcción de un nuevo puerto que solucionara estos inconvenientes. El proyecto de Madero (realizado por los ingenieros Hawkshaw, Son y Hayter[1] ) resultó elegido de entre muchos otros, destacándose entre los desechados la propuesta del Ingeniero Huergo, quizás la más adecuada para la ciudad en ese entonces. Sin embargo el país deseaba dar una imagen de modernidad y el proyecto de Madero, con diques, esclusas y puentes giratorios, ciertamente lograba este objetivo.
La construcción se inició el 1 de abril de 1887 y fue llevada adelante por los ingenieros Eduardo Simpson, James Dobson (director técnico) y Charles Walker (constructor).[1] La Dársena Sur se inauguró el 28 de enero de 1889. La siguieron los Diques 1 y 2 (habilitados el 31 de enero y el 28 de septiembre de 1890, respectivamente), el Dique 3 (31 de marzo de 1892), el Dique 4 y la Dársena Norte (7 de marzo de 1897) y la primera etapa del Canal Norte (15 de julio de 1897). Finalmente, la etapa final del Canal Norte se habilitó el 31 de marzo de 1898[1] , y la obra del Puerto se dio por terminada. Se invirtieron importantes cantidades de dinero en su edificación, y fue un hito ingenieril de la época.
Una vez concluida la obra general, se construyeron los docks, edificios para el almacenamiento de mercaderías también proyectados por la firma Hawkshaw, Son y Hayter en Gran Bretaña. Se distribuyeron agrupados de a cuatro, del lado oeste de los diques y separados por las calles de acceso al puerto, y fueron construidos entre 1900 y 1905 por la compañía alemana Wayss & Freytag Ltd. Cada dique tuvo así cuatro "secciones" (docks), utilizando dos modelos constructivos: de estructura de hierro y madera, y de estructura de hormigón armado; todos con fachada de ladrillo a la vista según la tradición de diseño británica. Construcciones de planta rectangular, con sótano y entre dos y cuatro pisos altos, con grúas Armstrong & Mitchell instaladas en las fachadas para el elevamiento de mercaderías. Más tarde, se construyeron del lado este de los diques almacenadores de granos con fachadas de chapa acanalada, y luego nuevos docks, pero de una calidad constructiva inferior, con fachadas de hormigón armado liso, y que años más tarde serían demolidos completamente. Luego de la obra general, las diversas compañías exportadoras (Bunge & Born de cereales y productos agrícolas fueron edificando sus respectivos silos y galpones de almacenamiento.[2]
Diez años después de terminado, y debido al aumento del tamaño de los buques, Puerto Madero quedó totalmente obsoleto. El gobierno debió entonces encarar la construcción de un nuevo puerto, esta vez siguiendo las ideas de Huergo de un puerto de dársenas dentiformes que dieran directamente al río; el resultado es el ahora conocido como Puerto Nuevo, aún operativo después de casi un siglo de vida.
Una vez obsoleto Puerto Madero, la zona en que se encontraba entró en una decadencia de décadas, convirtiéndose en una de las zonas más degradadas de la ciudad, mezcla de depósito con gigantesco terreno baldío. En 1925, 1940, 1960, 1969, 1971, 1981 y 1985 se presentaron sucesivas propuestas tendientes a urbanizar el viejo puerto, o directamente demolerlo y construir sobre él, pero ninguna llegó a realizarse.
El 15 de noviembre de 1989, el Ministerio de Obras y Servicios Públicos, el Ministerio del Interior y la Muncipalidad de la Ciudad de Buenos Aires firmaron el acta de constitución de una sociedad anónima denominada "Corporación Antiguo Puerto Madero". Teniendo como objetivo la urbanización del área, los gobiernos de la Nación y de la ciudad participaron como socios igualitarios.
Las 170 hectáreas del lugar tenían jurisdicciones superpuestas: la Administración General de Puertos, Ferrocarriles Argentinos y la Junta Nacional de Granos tenían intereses en la zona. El convenio firmado implicó la transferencia de la totalidad de las hectáreas a la Corporación Antiguo Puerto Madero S.A., en tanto que la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (MCBA) quedó a cargo de la reglamentación de la normativa de desarrollo urbano.
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